lunes, 11 de marzo de 2013

Carolina Rueda. Cuentera Colombiana nos regala sus Cuentos en Sevilla

Carolina Rueda Estuvo en Sevilla este fin de Semana, a través de La Chachara y con la colaboración de FINOS.

De las Sesiones para adultos que he visto de ella, me llamó la atención su fuerza. Sus Cuentos son fáciles de escuchar porque sabe conducirte en ellos. Es una Cuentera que trabaja el cuento solo con palabras, sin ninguna ayuda escénica más que su presencia y tiene un amplio repertorio de cuentos populares, tradicionales, ingleses y de ciencia Ficción. Sus cuentos para público Infantil, son rítmicos,  bien seleccionados y familiares.

Destaco con mucho entusiasmo la función en la sala Colombre, una sala alternativa, cálida y pequeña situada en el barrio de Triana de Sevilla. Esta hora y 20 minutos de cuentos, desprendió un calor mágico de los que no se olvidan. Con una variada temática que a todos nos movilizó por dentro: sus originales cuentos Ingleses, eruditos pero con pinceladas cómicas,  sus cuentos Inacabados de ciencia ficción ...y sorprendentemente sus anécdotas Taurinas.

Carolina Rueda. Cuentera.





Manuel Diaz El Cordobés. Torero.


Cuentos y toros se unieron sorprendentemente frete a un público anti-taurino y esa combinación dejó huella y reflexión. Hablar de Toros en un ambiente anti-taurino, debe de ser igual de chocante que hablar de ateísmo en un ambiente religioso. En todo ambiente hay temas Tabús. Romper con respeto las barreras, es para mí, saber capotear con la contradicción.




Carolina nos introdujo en las historias con una anécdota de toros, pero no una anécdota crítica, sino respetuosa hacia el arte, algo muy difícil de escuchar en un mundo anti-taurino como el nuestro, en el que lo liberal  a veces resulta pedante y vacío. Pero el hecho de ser hija de un crítico taurino, la lleva a contar de vez en cuando este tipo de anécdotas que dejaron huella de debate en la salida de la función. La anécdota hecha cuento de Manuel Díaz el Cordobés, sobre una corrida de toros en Cali, Colombia, en la que recibe una cornada en la boca y después se levanta solo para continuar la corrida y despedirse del público… llevaba impresa la pasión por el oficio, sin entrar en debates: "Si el público merece la pena y está metido en el espectáculo hay que continuar adelante "

Ha sido un placer Carolina, sentir tus cuentos tan cerca.