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Ugijar. kaquis |
Salí el Miércoles de Sevilla con mi furgo y muchos cuentos para hacer noche en Motril y al día siguiente comenzar la ruta d cuentos que e tenía preparada. Todo comenzó por una función que me salió a través de Diputación de Granada y que aunque no me era rentable cogerla por el tiempo de desplazamiento, como tenía ganas de ir a la zona me animé y busque algunas otras en distintos pueblos para aprovechar el viaje.
Tuve suerte y la ruta me quedó asi: Sevilla-Motril-Cherín-Ugijar-Orgiva-Otura-Sevilla
Cuando llegué al Hotel que me habían reservado en Motril, me llevé una grata sorpresa, era un hotel de cuatro estrellas a pie de playa y no tuve más remedio que disfrutar de el lo que me quedaba de noche. Es de estas veces que a uno le hubiera gustado llegar antes, pero reconozco que el efecto sorpresa fue muy agradable.
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Cherín |
Después de dormir y trabajar un rato...me recogieron a las 7:30 de la maña y me condujeron a Cherín, a una hora de viaje, el amanecer a pie de acantilado fue precioso.
Una vez en Cherín conté cuentos para un colegio donde la cantidad total de niños era 7, de todas las edades. Una bonita sesión...
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Ugijar |
De allí salimos deprisa hacia Ugijar, donde me esperaban 3 sesiones más para el Colegio entero, divididas por edades.
Estar en aquellos pueblos semi enterrados en las montañas perdidas de Granada fue todo un placer.
Salí de Ugijar a las 14:00 y aún debía llegar a Orgiva para realizar a las 17:30 una función en una Guardería....Todo un placer de suavidad interrumpido a veces por algún llanto contagioso.
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Guarderia en Orgiva |
Al terminar la función tenía en mente dormir con la furgoneta en Beneficio, una comunidad Hippie de las pocas que quedan en España y que estaba a 5 km. la verdad es que no me había dado cuenta de que estaba tan cerca hasta que no llegué a Orgiva y vi todo lleno de familias hippies.
Orgiva es un pueblo lleno de centros de meditación y convivencia que vale la pena descubrir.
Tenía mucha curiosidad por conocer la comunidad y me pareció una buena oportunidad, aunque arriesgada para la hora que era y el cansancio...las 19:30 noche cerrada.
Salí en busca de aquel lugar del que no tenía mas referencia que una curva a 5 km de otra localidad cercana. Desde esa curva salía un largo camino sin asfaltar y lleno de baches que me condujo al aparcamiento de la comunidad.
en la oscuridad de la noche y sin nadie a mi alrededor mas que algún coche o furgoneta la mayoría vacíos... Pasé la noche bajo las estrellas de las Alpujarras, a los pies de Trévelez y de las montañas del pico Mulhacén que tantas veces subí en mis tiempos de Montañera. El poquito de miedo y el frío de aquella noche fue tan intenso que pensé que se me helarían los huesos.
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Beneficio |
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Beneficio |
Por la mañana dí mi paseo y encontré los tipis y cabañas fabricados de barro, palos y materiales naturales. Algunas cabañas estaban muy escondidas entre las montañas, había que andar literalmente montaña arriba para encontrarlas, casi todas con su chimeneita y muchas con detallitos como escaleras de arena y adornos labrados de madera, algunas muy aisladas y otras en una zona medio común. Una comunidad con sus normas, no alcohol, no drogas duras, comida vegetariana...en fín...una forma de vida curiosa. donde se vive para comer y sobrevivir y los niños desde por la mañana están persiguiendo a los gatos jugando con los perros y cogiendo verduras del huerto....unas 200 personas viviendo allí, algunos en largas temporadas y otros de paso. Me hubiera gustado ofrecerme a contar cuentos allí pero no tenía tiempo...quizás en otra ocasión.
Me dieron ganas de volver y pasar una temporada en algún lugar escondido de aquellos, cerquita del río...y con una chimeneita...pero salí de allí a las 12:00 porque tenía una sesión de cuentos a las 17:00 en Otura.
Debió de ser la noche o el frío o tantas emociones que uno lleva en la maleta, que me puse tan mala que apenas podía conducir, así que tenía que parar cada poco tiempo a vomitar un poco y así unas dos horas después llegué a Otura, muy cerca de Granada, con la sana intención de coger una habitación en un hotel y darme una ducha y un descanso....pero ocurrió que por más que lo intenté no había hoteles en aquel pueblo y el único que había era una casa rural cerrada...
A dos horas y media de mi función, no tuve más remedio que improvisar algo para recomponerme un poco. Lo último que me apetecía era entrar en un bar, así que se me ocurrió aparcar la furgo en el aparcamiento del Mercadona...allí tenía comida, baño y tranquilidad porque había poca gente.
Salí repuesta del Mercadona y realicé la última función familiar en el salón de actos de la biblioteca de Otura.
Ya había decidido conducir hasta sevilla y a las 22.00 terminó mi viaje en mi cama con mi sopa y mi pijama de invierno.
un viaje para repetir, seguro.
Sesiones de cuentos realizadas en el viaje:
- Cuentos que se lleva el viento: para 0 -3 años
- Cuentos con cuentitis: 3-5 años
- Una de ratones: de 5-8
- Cuentos tradicionales: de 9-14 años