
Cuando pensé en ir sola a contar cuentos a Marruecos,
a contar cuentos en un colegio Español, no sabía que me iba a alegrar tanto.
Por un lado me producía respeto y nervios ir sola a un país como Marruecos...pero en cuanto crucé el estrecho con la mochila y me encontré allí, se me olvidó todo y quedé sumergida.
La soledad es un sentimiento extraño...me he sentido mil veces más sola acompañada que como me sentí en éste viaje. Quizás es porque no me daba tiempo a pensar o porque necesitaba estar sola.
 |
Contando " El Gallo Kiriko" |
 |
Contando "a que sabe la luna" |
Desde que llegué, el esfuerzo por comprender lo que me decían y resolver los conflictos que surgían y el que constantemente tenía que estar diciendo que una prefiere estar sola para que no se me quedara nadie demasiado tiempo cerca...pues me mantuvo entretenida.
 |
Contando "Un Gato" |

Salí de Sevilla, llegué a Tarifa y tras coger un barco, un taxis y un tren 5 horas, por la noche llegué a Rabat y encontré el hotel, que fue lo que más me costó...sabía que estaba a 5 minutos de la estación y no quise coger taxi...pero preguntando...nadie sabía donde estaba y estuve una hora dando vueltas....y... al fín llegué... tras un total de 14 horas después de salir de casa y sin parar un segundo.
El encuentro con un lugar tranquilo...!la habitación del hotel! me reconfortó muchísimo.
 |
Contando para los mas grandes |
Fueron tres mañanas contando cuentos para diferentes edades en el colegio Español de Rabat.

Unos niños de múltiples nacionalidades que reaccionaban estupendamente bien en todos lo cuentos.
Contaba 4 sesiones cada día.
El colegio estaba a 15 minutos andando del hotel "le Petri" y cada mañana fue tan espléndida, que todas las tardes se iluminaron.
 |
En la plaza de las flores de Rabat |
A la vuelta pasaba siempre por la plaza de las flores le Pietri, donde vendían flores y estaba toda llena de rosas.
Cada día me regalaron una rosa de diferente color, que estaba yo la mar de contenta con mi flor...que a mi no me han regalado tantas flores seguidas nunca...
En aquella plaza había un pequeño bar sin nombre donde solo comían marroquíes y allí comí estupendamente...aunque me costaba entender el menú. Un día sin querer pedí garbanzos con pie de vaca, (la pezuña entera de la vaca estaba en mi plato)
 |
Con la tres rosas |
 |
La Medina por la noche |
 |
Un te en la Casbah, |
 |
Vistas tomando te en la casbah |
 |
La casbah |
 |
El Cementerio |
Y después de un descanso me iba a pasear por la ciudad...la medina, la playa, la casbah...fueron paseos preciosos.
 |
Assilah |

Tanto disfrute de cada segundo del viaje que no tenía ganas de volver y cuando estaba en el tren me pare en Assilah, un día más.

El paisaje humano de colores, sabores y calidez es todo un espectáculo. La cultura tan diferente, el sonido de las llamadas a la oración que te sumergen sin querer en una meditación.
 |
Mi zumo de aguacate
y naranja para despedirme |
 |
Tanger |
Solo puedo decir que seguiré viajando sola siempre que pueda, porque es de la manera más especial que he descubierto para disfrutar de un viaje. Todo es a tu ritmo y al ritmo de lo que te vas encontrando. Es como vivir en sintonía. Te relacionas de forma diferente.
 |
Haciendome un selfi en un espejo
La mochila con tanto cuento
pesa más. |
Me despido amando más mi profesión...que me da trabajo, viajes, satisfacción y emociones.